En la foto arriba, se muestra el aula de 1º ESBA (ESO) que están haciendo una clase práctica para conocer los diferentes instrumentos.
En el corazón del verano, específicamente en julio, la historia de María Luna Escribano, una dedicada misionera en Evinayong, apasionada por la educación y cuya misión principal está en el colegio Carmen Sallés de dicha ciudad, cobra especial relevancia. Ella, originaria de Pozoblanco, encarna el espíritu altruista de las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza.
Durante sus vacaciones, María Luna siempre se preocupa por solicitar apoyo para sus colegios en Guinea Ecuatorial, una región que cuenta con dos importantes centros educativos: uno en Bata y otro en Evinayong. Este último es especialmente notable por su escuela para niños de mayor edad, donde la educación cobra un papel trascendental.
Este año, desde CICAP, nos hicimos eco de su llamado. Nos brindaron un detallado listado de materiales necesarios para impartir clases de química y biología, incluyendo equipo de laboratorio, cristalería especializada, microscopios, básculas, potenciómetros, entre otros. Esta solicitud nos motivó a actuar rápidamente, proporcionando tanto material que ya no utilizábamos así como otros más novedosos y útiles para sus prácticas científicas.
El envío de estos insumos hacia Guinea Ecuatorial se realizó en septiembre por vía marítima, y para octubre, todo el material había llegado a su destino. Las imágenes que recibimos posteriormente de los alumnos de Evinayong son verdaderamente inspiradoras. En ellas, vemos a jóvenes entusiasmados utilizando el microscopio para observar células vegetales de una cebolla, una experiencia educativa sin duda enriquecedora.
Además del microscopio, se facilitaron diversos reactivos para realizar tinciones y otros experimentos. Este esfuerzo conjunto no solo simboliza nuestro compromiso con la educación, sino también con el fomento del conocimiento científico en regiones donde los recursos son limitados.
Desde CICAP, nos sentimos profundamente orgullosos y satisfechos de poder colaborar con la delegación africana de las misioneras de Carmen de Salles. Nuestro agradecimiento también se extiende a nuestra compañera María Luna, cuya dedicación ha hecho posible esta fructífera colaboración con la escuela en Guinea Ecuatorial.
Estas iniciativas solidarias no solo reflejan un compromiso con la educación y el desarrollo, sino que también fortalecen los lazos de cooperación y entendimiento entre diferentes culturas y naciones. Es a través de estos esfuerzos conjuntos que podemos construir un mundo más equitativo y lleno de oportunidades para todos.
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